A pesar de ser conscientes del papel del magnesio en el buen funcionamiento del organismo, una gran parte de la población urbana moderna —según la mayoría de los estudios, entre el 70 % y el 90 %) no aporta a su organismo cantidades suficientes de este importante mineral. Por lo tanto, se ven privados de los numerosos beneficios que ofrece para la salud, como un mejor manejo del dolor, el alivio de algunos trastornos digestivos y una mejor calidad del sueño.
Una de las formas más recomendadas por los médicos, principalmente debido a su biodisponibilidad significativamente mayor, es el bisglicinato de magnesio.
¿Qué es el bisglicinato de magnesio?
El papel clave del magnesio en más de 300 reacciones metabólicas del cuerpo humano, relacionadas con la producción de energía, la comunicación intercelular y el funcionamiento normal del sistema cardiovascular y muscular, lo sitúa entre los minerales más importantes para la salud. Su deficiencia suele asociarse con calambres, dolor y tensión muscular, incluyendo la espalda, el cuello y la mandíbula, debilidad general, fatiga, depresión y, a largo plazo, graves alteraciones del funcionamiento general del organismo.
Dado que el cuerpo humano no puede almacenar magnesio, es necesario consumirlo regularmente en la dieta. Si bien se encuentra en la mayoría de los alimentos vegetales, los métodos agrícolas modernos han reducido sus niveles naturales, por lo que es necesario consumirlo como suplemento dietético.
El bisglicinato de magnesio es una de las formas de magnesio que el cuerpo humano absorbe con mayor facilidad. En este caso, el mineral se une al aminoácido glicina, lo que facilita su paso al torrente sanguíneo y, desde allí, su transporte a las células pertinentes del organismo. Al igual que otras formas queladas, el bisglicinato de magnesio se absorbe en el intestino con mayor facilidad que las sales comunes y, a diferencia de estas, no causa diarrea.
¿Cuáles son los beneficios de tomar bisglicinato de magnesio?
→ Favorece el funcionamiento de los músculos esqueléticos: junto con el calcio, el magnesio desempeña un papel fundamental en la regulación de las contracciones musculares. En los músculos, el calcio se une a las proteínas troponina C y miosina. Como resultado, su forma cambia y los músculos se contraen. El magnesio compite con él por las mismas conexiones, con el resultado contrario: los músculos se relajan. Su deficiencia provoca un aumento de las contracciones debido a la acción del calcio y, en consecuencia, calambres y espasmos musculares.
→ Contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso: el magnesio desempeña un papel fundamental en la regulación de la señalización intercelular entre el cerebro y las neuronas del resto del cuerpo. Regula el funcionamiento de los receptores NMDA en las células nerviosas para prevenir la excitación excesiva y el daño resultante. Mediante este mecanismo, este mineral también contribuye a mejorar la calidad del sueño y a aliviar el estrés y la tensión.
→ Ayuda a regular la actividad cardíaca. El corazón también es un músculo y, al igual que sus homólogos motores, funciona según el principio de contracción y relajación. Sin embargo, a diferencia de estos, no tiene un momento de descanso. El calcio y el magnesio también desempeñan un papel fundamental en su funcionamiento normal, y cualquier alteración del equilibrio entre ambos minerales tiene un impacto extremadamente negativo en el ritmo normal y puede tener consecuencias muy graves.
La toma de bisglicinato de magnesio también contribuye a la normalización del metabolismo energético, la síntesis de proteínas, el mantenimiento de la salud ósea y el alivio de una serie de síntomas, incluidas las migrañas, el síndrome premenstrual, la depresión y otros.
Método de administración:
Adultos: ¼ de cucharadita al día, disuelta en 150 ml de agua, después de las comidas. Tomar unas horas antes o después de tomar otros medicamentos.