Nosotros creamos ¡Esta lujosa caja es especialmente para TI! Contiene cuatro exfoliantes, cada uno con su propia función. Tres para el cuerpo y uno para el rostro.
Nos combinamos Ingredientes de la más alta calidad: una mezcla de fino café arábico, azúcar moreno derretido, sal del Himalaya y una combinación de aceites exóticos orgánicos especialmente seleccionados.
- Elimina las células muertas
- Combate activamente la celulitis y las estrías.
- Suaviza las imperfecciones de la piel.
- Hidrata y nutre intensamente la piel.
- Mejora la circulación sanguínea
- Deja la piel elástica, fresca, suave y perfumada.
- Ofrece placer a todos los sentidos.
Hola, soy yo. MELÓN DURAZNO Exfoliante corporal con aroma a melocotones jugosos y melón dulce.
70 gramos.
Soy Vainilla con menta Contiene ingredientes especialmente seleccionados para la delicada piel del rostro. Tiene un aroma ligero y sutil a menta dulce y vainilla delicada.
70 gramos.
Soy CARAMELO DE CHOCOLATE Exfoliante corporal con un tentador aroma a chocolate y caramelo.
70 gramos.
Soy VAINILLA MANDARINA Exfoliante corporal con aroma a mandarina fresca y vainilla dulce.
70 gramos.
Más sobre nuestros ingredientes naturales
Gracias a su estructura natural, el café finamente molido es un excelente exfoliante. Sus finos gránulos ayudan a eliminar las células muertas de la piel y estimulan el drenaje linfático y el flujo sanguíneo. Todo esto contribuye a una piel suave, radiante y bien desintoxicada. El café es una rica fuente de antioxidantes que protegen y fortalecen las defensas naturales de la piel. Deja la piel suave y radiante, mejora la regeneración celular, la producción de colágeno y aumenta la hidratación y elasticidad de la piel. El aroma del café reduce el estrés, refresca y tonifica.
El azúcar moreno exfolia y elimina las células muertas de la piel de forma natural. Hidrata la piel y ayuda a limpiarla de forma saludable. Es una fuente natural de ácido glicólico, también conocido como AHA, que ayuda a eliminar las células muertas y estimula la renovación celular. Gracias a su pequeño tamaño, estas moléculas pueden penetrar profundamente en la piel, limpiándola, sanándola e hidratándola en profundidad. El azúcar moreno también tiene propiedades antibacterianas y, aplicado en el rostro, puede reducir y prevenir la aparición del acné.
La sal del Himalaya absorbe las toxinas del cuerpo. Esto permite que la piel se mantenga limpia y libre de inflamación. Es un excelente exfoliante: ayuda a eliminar la suciedad y las células muertas, mejora la circulación y mantiene la piel fresca y suave como la seda. Tiene un efecto desodorante: absorbe el sudor, enmascara el mal olor y ayuda a desintoxicar el cuerpo.
La sal del Himalaya se extrae de las minas de sal más antiguas, extremadamente puras y ricas en minerales. No solo fortalece, limpia y tonifica la piel, sino que también la remineraliza, ayudándola a mantenerse bien hidratada.
La manteca de cacao hidrata la piel a la perfección, penetrando profundamente en ella. Restaura las células cutáneas, penetrando tanto en las capas externas como internas. Es una excelente fuente de antioxidantes. Ayuda a mantener la elasticidad de la piel y la formación de colágeno, y con el uso regular, la piel se vuelve suave y tersa. Rica en minerales, vitaminas y ácidos grasos, nutre la piel a la perfección, compensando sus deficiencias. Ayuda a eliminar estrías y cicatrices. Los masajes con manteca de cacao tonifican la piel maravillosamente, facilitan la eliminación de toxinas, ayudan a eliminar la grasa subcutánea y reducen la celulitis.
La manteca de karité es uno de los aceites más hidratantes, ya que contiene numerosas vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales para mantener la hidratación y elasticidad de la piel. Nutre, restaura e hidrata en profundidad, estimulando la síntesis de su propio colágeno. La manteca de karité tiene efectos antimicrobianos y antiinflamatorios, además de excelentes propiedades antioxidantes, y favorece la renovación celular y la circulación sanguínea. Se absorbe muy bien en la piel, dejándola suave y tersa, creando una fina capa protectora sin engrasarla. La manteca de karité es uno de los pocos aceites aptos para todo tipo de piel, incluso la sensible.
El aceite de coco es antibacteriano, antiviral y antiinflamatorio. Su pequeña estructura molecular facilita su absorción, dejando la piel suave y delicada al tacto. Se absorbe fácilmente y no deja una capa grasa. Contribuye a preservar la hidratación de la piel y a restaurar sus funciones protectoras, protegiéndola de la resequedad y la descamación. Crea una capa protectora que mantiene una hidratación óptima. Tonifica, aporta elasticidad y fuerza. Previene la aparición de estrías. Estimula la producción natural de colágeno y elastina. Acelera el proceso de regeneración natural de la piel, ayudando a restaurar las zonas dañadas. Calma irritaciones e inflamaciones. Protege contra la exposición excesiva a los rayos ultravioleta.
El aceite de oliva tiene propiedades hidratantes y un efecto calmante sobre la piel irritada. Es un potente antioxidante que ayuda a mantener la piel joven por más tiempo y previene el envejecimiento. No obstruye los poros, penetra profundamente en la piel y, al mismo tiempo, tiene un efecto limpiador. El aceite de oliva es muy útil para exfoliar la piel, especialmente en combinación con sal del Himalaya, café o azúcar moreno. Sus propiedades abrasivas, combinadas con las propiedades penetrantes del aceite de oliva, eliminan eficazmente las células muertas y dejan la piel renovada y brillante.
El aceite esencial de mandarina regenera, suaviza la piel, restaura su equilibrio y la deja más suave y tersa. Ayuda a suavizar la piel con celulitis, previene la formación de estrías, tonifica y aumenta la elasticidad. Ayuda a regenerar las células cutáneas y mejora su estructura. El dulce aroma del aceite esencial de mandarina crea un estado de ánimo positivo, calma, refresca, revitaliza, armoniza y equilibra.
El aceite esencial de menta dulce tiene un efecto refrescante sobre la piel, optimiza el intercambio de oxígeno y refresca. Alivia la irritación y la hinchazón. Fortalece la barrera protectora de la epidermis y alivia la dermatitis. Tiene un suave y fresco aroma a menta. Energiza, relaja, refresca, tonifica y calma.
En su forma natural, la piel la produce y, gracias a ella, es sana, elástica y resistente a infecciones y enfermedades. La vitamina E actúa como conservante natural, añadida a otros aceites orgánicos. Es un antioxidante reconocido por su capacidad para combatir los radicales libres. Esta valiosa vitamina posee un potente efecto regenerador, estimula la renovación celular, hidrata y restaura la hidratación y la frescura de la piel.